Me gusta escribir

¿Cómo dirigirnos a un editor o un agente literario? ¿Les enviamos el manuscrito por mail? ¿En papel? ¿Los llamamos? Debemos pensar que cada editorial e incluso cada sello que pertenece a un grupo editor tiene su propia manera de funcionar. ¿Qué hacer? Antes de nada, informarse sobre los mecanismos que usan para recibir nuevos manuscritos. Luego, existe una opción que muy pocos usan y que realmente facilita la vida a aquellos editores que reciben tantos y tantos manuscritos: la propuesta editorial.

Una propuesta editorial es un documento donde los autores explican los elementos clave de su novela para que los editores o agentes se hagan una idea aproximada del proyecto. Es una alternativa a enviar el manuscrito entero que, por una parte, facilita el trabajo de los editores y, por la otra, nos da la tranquilidad de no ofrecer todo nuestro material de primeras.

¿Qué partes tiene?

• Nada más sencillo para entender en qué consiste que echar un vistazo rápido a sus partes:
• Por un lado, lo obvio. Debe constar el título de la obra y el autor.
• Storyline: Se trata de resumir la novela en una sola frase. Unas 20 palabras con las que se definen el protagonista y el conflicto principal. Como escritores, esto será una de las cosas más difíciles que haréis nunca. De hecho, es una práctica mucho más habitual en el mundo del guion del cine, por lo que podemos encontrar más trucos en ese tipo de manuales.
• Sinopsis: resumamos la novela de una manera extensa pero sin pasarnos. Centrémonos en la trama principal y destaquemos sólo aquellas secundarias o las partes de las secundarias que sean relevantes para comprender el global de la obra. Se recomienda no escribir menos de tres ni más de diez páginas a doble espacio. Es aconsejable trasmitir el estilo y la atmósfera de la novela. Ojo, no nos pongamos muy literarios. Se trata de vender el proyecto, no de escribir alta literatura.
• Índice: no se pide una escaleta. Es una enumeración de los capítulos que se hallarán en la novela con una pequeña explicación de los hechos que se cuentan en cada uno. De esta manera, y junto a la sinopsis, los editores y los agentes entenderán el tipo de relato y el ritmo que pueden tener.
• Currículum del autor: Cualquier cosa que podamos aportar y que nos de cierto caché… ¡expliquémosla en esta pequeña biografía! Contemos dónde hemos trabajado (y al vinculación de estos trabajos a nuestra escritura), qué estudiamos… Pero, sobre todo, centrémonos en nuestro currículum literario y potenciemos aquellos otros aspectos de nuestra vida que puedan darnos validez como escritores. Si, por ejemplo, nuestra historia surge de una nueva variedad de insecto que causa una epidemia, el hecho de ser biólogos nos da más relevancia para escribir esa historia. Y no cabe decir, si ya hemos publicado, que relatemos qué libros, en qué editoriales, cuánto vendieron…
• Promoción y libros similares: Es el momento de exponer nuestro potencial de ventas. Por un lado, expliquemos por qué nuestra novela es vendible (por el género, el punto de vista, porque hay otras novelas parecidas que están funcionando, etc…). En resumen, por qué estamos presentando un bestseller. Seamos realistas y, si ofrecemos datos, que sea fidedignos. Luego, expongamos nuestros recursos personales: ¿damos  conferencias y tenemos allí una gran potencial de ventas? ¿Tenemos acceso a medios de comunicación para difundir nuestra obra? ¿Tenemos muchos seguidores en Twitter y Facebook?
• El primer capítulo de la novela o, en su defecto, las 30 primeras páginas a doble espacio. Es la muestra definitiva de nuestro trabajo, donde comprobarán si todo lo que hemos contado es verdad.

Normalmente, una vez leída la propuesta,  las editoriales y los agentes piden el manuscrito entero para evaluarlo solo si les interesa el proyecto. Podemos estar muy contentos si eso sucede ya que eso significa que hemos despertado el interés a un editor y, seguro, lo leerán con mucho más cariño.