¡Escritoras y escritores! Soy Maite Cabeza, y soy coach en Palma de Mallorca. La escritura es un proceso muy personal en el que el escritor, para lograr publicar su libro, pasa por varios estadios emocionales con los que no siempre es fácil lidiar. En este artículo quiero reflexionar sobre situaciones tan propias de los escritores como son la procastrinación, la culpabilidad y la obligación. ¿Te atreves con el reto? Sígueme.
DEL PARAÍSO AL INFIERNO
Seguramente cuando comenzaste a escribir no tuviste en cuenta, por que no lo sabías, que no siempre iba a ser divertido hacerlo. Escribir era, un sueño para ti, un juego, una pasión, una necesidad, una vocación, y no pensaste que en el paraíso pudieras encontrarte el infierno. Lo que era, una bendición, un don, un escape, una alegría, por momentos se convierte en una obligación, una losa, ansiedad, angustia, desesperación. De alguna manera podríamos entenderlo como cuando el príncipe azul se convierte en el malvado villano. Claro que ningún príncipe es totalmente azul, y todos los villanos tienen una historia triste en su infancia. Maticemos el cuento.
PALETA DE COLORES
La vida es una amplia paleta de colores, hasta aquí ninguna novedad. De hecho, si nos paramos a pensar, quitando los colores primarios, todos los demás son consecuencia de una mezcla de estos colores. Todos nacemos con esos colores primarios, y en función de cómo se desarrolle nuestra vida, los mezclamos y los usamos dependiendo de la situación. Cuanto más conscientes seamos de la complejidad de emociones que sentimos, mejor sabremos crear los colores con los que queremos pintar nuestras vivencias.
Cuando visualizamos un nuevo proyecto, como puede ser escribir un libro, pintamos esa imagen con varios colores: Con rosa, ya que es algo bonito. Con verde, tenemos la esperanza de publicar. Con rojo, ponemos todo nuestro amor y pasión en ello. Y con amarillo, por la alegría de comenzar un nuevo proyecto. Luego, a medida que nos involucramos en él, aparecen nuevos tonos con los que no contábamos. Aparece el púrpura, por la frustración y la tristeza que sentimos con esas partes del libro que no nos apetece abordar y que postergamos tantos días que terminamos sintiéndonos terriblemente culpables. El negro irrumpe en nuestro cuadro y transforma el rojo en granate, lo que antes era amor y pasión, ahora se ha convertido en cólera e ira, por esas mañanas perdidas en las que no hemos escrito nada de provecho. ¿Os suena esta transformación?
El cuadro está tomando vida propia y no está siendo guiado por su autor. Escribir es un acto que requiere conectar con nosotros mismo y nuestras múltiples emociones. Navegar por estos mares bravíos no siempre nos resulta fácil.
EJEMPLOS Y RECOMENDACIONES
Busquemos el tono adecuado para las siguientes situaciones:
- Hemos llegado a ese capítulo del libro que no nos apetece nada escribir. Y lo posponemos “hoy no, mejor mañana”, en un bucle infinito. Pasa el tiempo, no adelantamos nada del trabajo y postergarlo nos crea malestar, incluso angustia. ¿Qué podemos hacer? Es muy sencillo, no tiene mucho secreto: H A Z L O. No nos engañemos, la basura no se baja ella sola, o la bajas tú o simplemente se acumula.
- A pesar de tener un buen plan con los amigos, has planificado la mañana del domingo para escribir, vas retrasado y no quieres dilatarlo más. Pero no ha sido a mañana productiva que esperabas y te sientes enfadado y amargado. En este caso hay dos alternativas: a) Perdónate, además de no haber tenido la mañana que habías planeado no te amargues la tarde. No siempre conseguimos aquello que nos proponemos, está bien, machacarte no sirve de nada, así que compréndete a ti mismo y pon tus energías en que el resto del domingo sea más beneficioso para ti. b) Obsérvate y detecta los días, o los momentos en los que no consigues concentrarte. Procura conseguirlo, date una oportunidad, pero si no puedes, déjalo y vete a la playa. El sufrimiento y la obligación no son amigas de la creatividad, por el contrario la diversión si lo es.
Desenfunda tus pinceles y comienza a pintar tu libro con los tonos que tú quieres.
Sobre nuestra coach
Maite Cabeza (Donosti, 1980) es una coach vasca afincada en Palma de Mallorca (España) desde hace unos años. Licenciada en sociología, la carrera le enseñó a valorar y entender el ente social y el coaching a tratar individuo a individuo. Por el camino ha trabajado en televisión, organizando eventos y en marketing. Como ella dice: “No sé ser sólo una cosa y creo que es la manera más interesante de vivir.”
Mónica Cristina Cena - jueves, 25 de febrero de 2016
Gracias, Maite. Siempre con las palabras que necesito. Para mí ya es costumbre: cuando me siento empantanada me doy una vuelta por esta sección. Un abrazo desde Buenos Aires.
RE:
Maite Cabeza Coach - miércoles, 2 de marzo de 2016
Siempre un honor recibirte. Feliz de leerte. Otro gran abrazo
Eduardo Carrillo - miércoles, 17 de febrero de 2016
Increíble la manera en la que este post llegó a mí... Había tenido un mes muy malo en cuanto a trabajar en mis escritos, comenzaba a deprimirme y a creer que quizá, escribir ya no era lo mío, que quizá había perdido el don, pero entonces un correo electrónico llega a mi bandeja de entrada, cuyo Asunto decía: "Ya no escribes como antes" Lleno de curiosidad e intriga por la forma en que éste se presentó a mí, abrí el link que me trajo hasta este post... Increíble que todo mi problema y mis principales frustraciones, están escritas aquí... pero ahora, ya tengo la solución. Muchas gracias a la autora, Maite Cabeza
RE:
Maite Cabeza Coach - lunes, 22 de febrero de 2016
¡Muchísimas gracias a ti Eduardo! Tus palabras me han emocionado. Es una gran alegría saber que recuperas tu ilusión por unas palabras que he escrito. ¡Es por eso que no puedes dejar de escribir! A veces llegas más o menos, a veces la respuesta es rápida y otras no lo es tanto, pero siempre tiene un sentido. Recuperarte de este mal mes te hace mejor escritor y más fuerte. Qué bonito que te llegara el post en un momento tan necesario, pura magia. Un fuerte abrazo