Ya lo hemos dicho otras veces: no existe una clave ni un camino seguro para que nuestra ópera prima llegue a las librerías. Publicar un libro es un camino complejo. Estamos en un sector absolutamente cambiante donde las normas que rigen un mes han caducado al siguiente. De hecho, invitamos a hacer un ejercicio: a todo escritor o escritora que conozcamos, preguntémosles cómo empezaron (ah, e intentemos que sean lo máximo sinceros posibles). Exacto, encontraremos tantos caminos a seguir como relatos.
No es la primera vez que compartimos consejos para publicar un libro. Nuestra intención no es dar las tablas de la ley, sino aportar ideas para aquellos que hayamos agotado todos los caminos posibles o para los que no sepamos por dónde empezar. Es posible que, en el futuro, pongamos el caso de alguno de nosotros en un artículo como éste. Suerte.
ASEGURÉMONOS DE QUE EL TEXTO ESTÁ PERFECTO
La primera clave para llegar al éxito es tener un punto de perfeccionismo. Es evidente: nuestra novela jamás estará perfecta. Pero si intentamos acercarnos a ella, ayudaremos a nuestro fin. ¿Por qué? Pues porque ayuda a que los editores se fijen más en la calidad de la historia que en los fallos ortográficos o gramáticos, porque da una mejor impresión, porque genera una idea global de calidad, porque demostramos profesionalidad y aptitudes para la escritura… Veamos qué podemos hacer:
- Revisemos nuestra novela tantas veces como sea necesario. Nunca es poco, si tenemos dudas, repasemos, releamos, dejemos reposar nuestra novela y volvamos a corregirla en unas semanas… Veremos cómo detectaremos errores que jamás percibimos en antiguas lecturas.
- Dejemos que alguien de confianza la repase: si tenemos a un buen lector, un profesor de lengua o alguien relacionado con el mundo de la escritura o editorial cerca… dejemos que le dé un repaso. Una visión externa siempre ayuda.
- Contractemos servicios profesionales: existen correctores, editores freelance, redactores… que pueden dotar a nuestra novela del toque final. Intentarán subsanar aquellos errores que no hemos sido capaces de corregir, ya sea en gramática, estilo o trama. Claro, son de pago, pero a veces merece la pena pagar para conseguir publicar un libro. Existen muchos profesionales en le tema. Como que no queremos hacer publicidad, no compartimos el contacto de ninguno.
AUTOPUBLIQUEMOS
Sí, de nuevo, una opción que requiere una inversión. Pero no nos debe dar miedo. Existen muchos casos de escritores que salen de la autopublicación. Sin ir más lejos, una superventas como la autora de 50 sombras de Grey empezó autopublicando. De hecho, una autora que ha publicado en nuestro sello de autopublicación, Laura Ferrero, dará el salto con ese libro y con otro publicando traidiconalmente en uno de los sellos de más prestigio del país: Alfaguara (perteneciente a Penguin Random House Grupo Editorial. Es una manera de apostar por nosotros mismos y de dar a conocer la obra. Estamos poniendo en valor aquello que quizá, por la gran competencia que hay, no llega a manos del editor adecuado. Evidentemente, esta opción requiere tiempo, dinero, esfuerzo… valoremos si entra dentro de nuestra agenda.
INVIRTAMOS ENERGÍAS EN ACCIONES ÚTILES
Veamos la base de este consejo: analicemos nuestra novela, miremos a qué género pertenece, qué tipo de lectores potenciales tiene, si en el mercado actual las obras como la nuestra venden mucho o poco… y en función de eso, decidamos a qué editoriales empezamos a dirigirnos. Si enviamos nuestro manuscrito a todas, es posible que invirtamos mucho tiempo inútil. Si nuestra novela es de vampiros, no la enviemos a una editorial dedicada al ensayo, al thriller o a autores de origen anglosajón. Ésta actitud tan solo nos generará frustración, pérdida de tiempo y, muchas veces, mal humor. Pensemos bien qué haremos, cómo la presentaremos y, sobre todo, a quién. Sí, a veces el sentido común ayuda a publicar un libro.
Un truco: si nos paseamos por las librerías con ojos analíticos, conseguiremos mucha información. Busquemos qué libros son parecidos a los nuestros, en qué editoriales publican, si lo hacen con mucha frecuencia o con poca, si están destacados en las novedades o escondidos en una esquina de una librería…
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