Existen diferencias. Obvio. Pero algunas que deberían ser básicas para ese tipo de seres que nos autollamamos escritores y escritoras no lo son. Escribir es un arte, una acción que se asemeja en cualquier cultura u idioma. Pero publicar un libro es un viaje que es y será diferente para cada una de las personas que lo intente.
Ahí está la diferencia. No es lo mismo escribir para publicar una novela o empezar una carrera literaria que crear historias por ocio o disfrute o con la noble intención de conocerse un poco más. Si no somos sinceros con el motivo por...
Cuando nos ponemos a escribir hacemos algo que los seres humanos llevamos haciendo durante al menos 3.500 años. Muchas han sido las ideas que se han plasmado en un papel durante este tiempo.
Los grandes literatos de la historia de la literatura nos llevan, es posible que ya hayan escrito un gran número de las ideas que se nos puedan llegar a ocurrir. Además, los lectores –para bien o para mal- tienen un amplísimo bagaje literario y recursos narrativos, por lo que reconocen fácilmente todo aquello que se repite.
Escribamos por afición o porque tenemos intención de publicar, siempre buscaremos la originalidad...
Todo personaje tiene su cueva. Nuestro entorno nos influye y, a la vez, nosotros lo hacemos sobre él. Sí, nuestro personaje y su ambiente también están íntimamente relacionados, porque tiene vida, porque como escritores les damos vida.
Los escritores tenemos en el espacio de un personaje una potente herramienta para describirlo y para que nuestros lectores lo entiendan de forma más profunda, o también puede tomar protagonismo, y ser el escenario quien moldee a los personajes. El límite es nuestra imaginación. Y, bien, a la hora de escribir una novela, es uno de los puntos clave para conseguir verosimilitud.
Describir a un...
Ya tenemos una novela pensada de principio a fin. Hemos creado un mundo, tenemos una trama atractiva y un personaje interesante que va evolucionando a medida que dicha trama avanza. Tenemos puntos de giro y un tono que enganchará al lector. Ahora nos toca estructurar todo eso y surgen las preguntas: ¿cómo debemos dividir los capítulos? ¿Cuántos debe tener nuestra novela y qué extensión debe tener cada capítulo?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que no existe una respuesta concreta a estas preguntas y que todo depende de las necesidades de nuestro libro. La respuesta corta sería “depende de...